Dar un giro demasiado rápido:

Los ciclistas a menudo intentan tomar curvas o girar demasiado rápido. Cuando no pueden mantener la curva, terminan cruzando a otro carril de tráfico o saliéndose de la carretera. Los ciclistas también suelen reaccionar de forma exagerada y frenar con demasiada fuerza, lo que provoca un patinaje y la pérdida de control.