El alcohol es la variable que más contribuye en choques fatales de vehículos motorizados.
El alcohol es el "asesino" número uno en las carreteras estadounidenses. El alcohol afecta la visión de una persona y ralentiza su tiempo de reacción, por lo que le tomará más tiempo actuar en una emergencia. El alcohol afecta la forma en que una persona conduce, incluso si está por debajo del nivel de intoxicación ilegal.